sábado, 8 de octubre de 2016

REFLEXIONES DE UN SABADO ...




Cuando salgo a comer a algún sitio, trato de no fijarme demasiado en el servicio, ni en nada que tenga relación con lo que ocupa mis días. Y no, porque de repente me altera o me quita las ganas de estar allí y de comer. Pero hoy, no tuve más remedio porque desde el principio medio que todo mal.

Fuimos a un local de marca reconocida, muy bien puesto, mucha inversión, bien localizado. Habíamos reservado por teléfono. Teníamos una mesa afuera y el día estaba tan lindo que pareció una buena elección.

A los diez minutos de estar sentados, ningún funcionario del servicio se acercó a nosotros y el sol comenzó a molestar porque la mesa estaba mal ubicada.
Me levanté y fui junto a la persona que aparentemente era la que organizaba el servicio y le pregunté si alguien podría atendernos. Me respondió muy amablemente que sí y pasaron otros casi cnco minutos hasta que alguien vino a la mesa.

En ese lapso durante el cual esperamos me fijé que,
-tres mozos y un ayudante atendían el área externa con capacidad para un poco más de 30 personas, o sea, bien la cantidad de mozos,
-estos mozos, o estaban mareados o no tenían la menor idea de por donde comenzar pues no atinaban a mirar hacia donde estábamos,

   ...  y el sol molestaba más con cada minuto que pasaba (por la rotación de la tierra claro)

-cuando por fin uno de los colaboradores del servicio se acercó, se apoyó con ambas manos en el respaldo de una las sillas que quedó vacía como si estuviera charlando con el vecino o el "amiguis",
-excelente el timing de la cocina porque lo pedimos de entrada llegó en el tiempo correcto,
-pero, los chorizos se habían pasado un poco y la piel estaba re-dura,

        ...  y en este punto ya tuvimos que preguntar si era posible cambiar de mesa

-las carnes, que pedimos bien cocidas, se cocieron un poco demás pero estaban bien y el surubí muy bien!

Me rondan la cabeza un montón de cuestionamientos,
-para qué colocar una mesa donde si hay sol no se puede estar al mediodía? no se dieron cuenta en el tiempo que llevan abierto que nadie puede comer en ese lugar?
-por qué invertimos tanto en montar el local y no invertimos en el servicio y su capacitación?

No fue una buena experiencia. Voy a volver ? no sé.





Conclusión, el local, la localización, el equipamiento, la decoración, los detalles, los uniformes, la tecnología que pudiera existir (y que cada vez es más importante) hacen al total de la experiencia pero el secreto, el verdadero secreto del éxito está en la capacitación!! No podemos pasar por alto los aspectos básicos del buen servicio como el saludo, el agua, el pan, los modales. 

Conozco muchos señores mozos que tienen mi edad o un poco más o un poco menos. Probablemente no tienen la didáctica que se necesita para enseñar a los jóvenes que tienen tanto potencial, pero pueden enseñar tanto solo con el ejemplo .

Es necesario, absolutamente necesario que los empresarios tomen como tarea inmediata y de vital importancia la capacitación de sus colaboradores. Todo lo demás ya es lógico para el cliente que esté presente, pero la diferencia para lograr la preferencia está en el servicio, sin lugar a dudas. 




Hasta pronto, 
MTServín